29 Ene Resistencia a los insecticidas: ¿mito o realidad?
Por desgracia, es una realidad el hecho de que los insectos pueden desarrollar resistencia a los insecticidas, una de las principales armas en el mundo para el control de plagas. Sin embargo, esta posibilidad no es reciente, en los últimos tiempos el tema ha salido a la palestra al tratar de encontrar nuevos métodos de control, más saludables y eficientes. Hace más de un siglo, el científico norteamericano, Melander, planteó la cuestión por primera vez en una publicación sobre etimología. Según nuestra experiencia en los tratamientos de fumigaciones en Madrid, sabemos que la resistencia a los insecticidas puede ser un verdadero problema para eliminar algunas plagas concretas.
En un primer momento, no todos los insectos de una especie pueden sobrevivir al insecticida, pero algunos de ellos pueden tolerar determinadas dosis del mismo. Se trata de una capacidad que responde a una cuestión genética, motivo por el que las nuevas generaciones de esos miembros heredan esta virtud. Con el paso del tiempo, cada vez son más los ejemplares que pueden resistir la aplicación del insecticida, complicando notablemente su control. Uno de los casos que hemos visto en los últimos años, ha sido el del mosquito de la malaria en Mozambique, donde los tratamientos de control no obtenían los resultados esperados.
El Comité de Acción para la Resistencia a los Insecticidas (IRAC) ofrece algunas respuestas y consejos para gestionar la resistencia de algunos bichos a la fumigación. Desde Coinve queremos destacar algunas de las cuestiones más relevantes sobre este problema que es una realidad capaz de poner en jaque a las empresas de control de plagas.
Para empezar, no sólo se trata de que algunos ejemplares de insectos sean más tolerantes al veneno, sino que algunos compuestos químicos pueden contribuir a que las plagas resistan mejor otros productos químicos para su exterminio. Esto es lo que se conoce como resistencia cruzada y es necesario tener mucho cuidado con el producto que se emplea en las fumigaciones para no generar un problema mayor.
Según la IRAC, los insecticidas pueden afectar a diferentes partes del organismo de los insectos como el sistema digestivo o el sistema nervioso o muscular. Afortunadamente, las empresas de control de plagas conocen aquellos compuestos que no deben mezclar, así como la necesidad de rotar o alternar los tratamientos para conseguir una estrategia de control adecuada. Información que nos permite dar un servicio integral y de calidad a nuestros clientes. Además, estos datos se revisan y modifican continuamente para adaptarse a las modificaciones genéticas de las especies y las nuevas necesidades.
Sin comentarios